lunes, 30 de mayo de 2011

15M - Las plazas de mayo


Estas últimas semanas estamos viendo un fenómeno que ha “alterado” la vida del país. Se trata del movimiento creado a partir de la convocatoria del 15 M en la Puerta del Sol de Madrid y que rápidamente se extendió por las plazas más simbólicas de gran cantidad de ciudades del Estado.  Un movimiento en el que han confluido en su nacimiento multitud de causas y sobre todo ha nacido como respuesta a la campaña de elecciones municipales.  Su arranque tiene algunos aspectos novedosos respecto a movilizaciones anteriores, a saber:

- La primera novedad ha sido la forma de la convocatoria.  Internet y en especial las redes sociales que  han irrumpido en la vida cotidiana con tal fuerza que se está demostrando imparable por la facilidad, inmediatez y libertad que da a todos aquellos que tienen  algo que decir. Facilidad que hasta ahora tan sólo se había empleado para la más pura banalidad, pero que ya algunos, incluidos los políticos más avezados ya lo han utilizado para dar más efectividad a sus campañas (Obama, …) Los ciudadanos más inquietos también comenzamos a ver sus posibilidades y las revueltas de los países árabes han sido buena muestra y ejemplo de ello.

- La segunda novedad está en las causas: las quejas de los ciudadanos mismos, sin intermediarios, sin partidos, partiditos u organizaciones que las filtren.  Sin duda estas quejas-reivindicaciones son muchas y variadas, y todas ellas tienen relación con el funcionamiento del sistema político, con el cinismo empleado por este sistema, por la inutilidad de muchas de las instituciones, por un sistema económico dominado por la ambición desmesurada y una sociedad vacía de contenidos humanos y extremadamente consumista “si nada tienes nada vales”.  Ha sido necesario que la crisis económica golpeara fuerte y de forma generalizada para que el ciudadano de a pie alzara su voz, una voz que hasta hace poco sólo entendía de buena vida y juergas de fin de semana. 

- La tercera novedad son los objetivos, que a pesar de las dificultades dada la amplitud y variedad de las quejas, poco a poco han ido tomando forma y  se han agrupado entorno a estos puntos escritos en Sol y que de alguna manera concentran los deseos de todo el movimiento 15M:

          -Eliminación de privilegios de la clase política y eliminación de cargos innecesarios
          -Creación de empleo
          -Derecho a vivienda digna sin tener que entramparse hasta las cejas
          -Control de los bancos y entidades financieras
          -Reforma de la fiscalidad
          -Más participación de los ciudadanos


- La cuarta novedad, ha sido su respuesta, tan espontánea como generalizada, pero también desorganizada.  No ha sido la necesidad de organización lo que ha echado miles de personas a las plazas, ha sido la frustración, el desengaño, la injusticia y la mala leche la que ha hecho que cada individuo se vaya a unir con otros que están como él. Por la necesidad de compartir ideas y el sueño de creer que algo se puede cambiar. Esto ha unido a los asiduos a las plazas y esto lo que hemos compartido y nos ha unido a ellos. Por tanto, el movimiento no ha salido previa preparación por una organización política, como siempre había sucedido hasta ahora sino al revés, los objetivos se van definiendo sobre la marcha, sobre el debate diario.

- La quinta y última novedad reside en la inmediatez informativa. La accesibilidad a través de la telefonía móvil y los ordenadores portátiles a las redes sociales Twiter, Facebook, …,  y porqué no, el sentimiento de modernidad que da pertenecer a eque ha hecho que la rapidez de transmisión favorezca enormemente el desarrollo y la difusión de las ideas. Uno de los grandes cambios de nuestro tiempo.

Cuanto durará este movimiento y donde llegará es algo que no sabemos.  Lo que si podemos aventurar es que aquí no pasará lo mismo que Túnez o Egipto. En ellos regían unas estrictas dictaduras y, aunque parezca mentira, nosotros nos rige la democracia, que es, en algunos aspectos, el régimen político más perfecto existido hasta ahora: para los ciudadanos porque nos da la sensación de libertad, real en algunos aspectos que desde luego no son los más importantes (Ver comentario de Saramago); para el sistema capitalista, porque es una forma de control lo suficientemente elástica como para absorber  cualquier movimiento social que pueda surgir en su interior.  Haciendo un símil podemos decir que una dictadura se asemeja a una vasija de cristal, es demasiado rígida y los movimientos sociales pueden hacerla saltar en pedazos, mientras que una democracia al ser elástica se asemeja más a un globo que se irá adaptando, cambiando de forma según las presiones internas pero con muchas garantías par mantenerlas encorsetadas y controladas dentro del sistema.

Volviendo a lo nuestro, dado el potencial de voto del movimiento  por la democracia real los partidos políticos no dejaran perder la oportunidad de, al menos, intentar ganarse a los elementos más destacados del movimiento y canalizarlos hacia sus intereses, así  las organizaciones políticas y sindicales actuales podrían “asumir” las reivindicaciones de los indignados, lo que sería letal puesto que tales reivindicaciones acabarían mutiladas y exhaustas  en su largo e infructuoso recorrido por los intricados caminos del Estado “democrático”. Esto es lo que se dice "cambiar para no cambiar nada", algo a lo que partidos políticos y "Estado de derecho" nos tienen muy acostumbrados. Otra forma no menos letal sería la creación de alguna forma de asociacionismo desde la asamblea misma que sirviera para canalizar el movimiento hacia dentro de las instituciones y así, poco a poco, se iría diluyendo hasta su conversión en otro elemento colaborador más de la maquinaria que nos domina.

Es la plaza la que debe mantener el poder de decisión.  La solución está en que la fuerza y la toma de decisiones del movimiento salga de la plaza sólo para conectar a la ciudadanía y que no facilite la monopolización. Aún así conseguir las reivindicaciones de la plaza va a ser muy difícil si no imposible. De todas formas, en el peor de los casos, hemos de verlo como un ensayo muy serio  por cambiar las cosas y no olvidemos que los grandes movimientos casi siempre han ido precedidos de alguna forma de ensayo que siempre les fue muy útil.

MERECE LA PENA CONTINUAR. 

MERECE LA PENA PEDIR EL SOL.