viernes, 20 de mayo de 2011

Miseria humana


Hace unos días, viendo las noticias en televisión, sentí una profunda tristeza e indignación.  Una de las informaciones se refería a como algunos mendigos se hacían pasar por cojos o lisiados  para conseguir la limosna de los transeúntes. A esta noticia ya de por si deprimente se añadía un tratamiento informativo tendencioso y malintencionado, y como es natural tratándose de la cadena Tele 5, ejerciendo perfectamente esa persecución en forma de encerrona a la que esta cadena nos tienen acostumbrados, con la intención de desenmascarar la "mentira" de los personajes en cuestión. Por supuesto luciendo bien sus caras en la pantalla y alardeando de la sagacidad de la reportera.

No entiendo como se pueden tener tan pocos escrúpulos.  Es cierto que se hacían pasar por cojos sin serlo y que seguramente otros muchos harán algo parecido, pero también es cierto que si tuvieran la más mínima oportunidad no recurrían a la mendicidad para sobrevivir, porque eso es lo único que persiguen.  Sobrevivir con la sensación de que esta sociedad de mierda que hemos montado les ha quitado lo más elemental, les ha privado de alimento,  cobijo, .... y de ilusiones. Sólo falta que después vaya la pijapobre de turno persiguiéndoles para "desenmascararlos" como si de un delito se tratara.

Siempre se ha dicho aquello de tal o cual persona "está en la miseria".  Cuando esto se refiere a lo económico y lleva a alguien a pedir por las calles, comer de los restos que tiran otros y a no tener un sitio para dormir es realmente penoso en el más profundo sentido humano de la palabra  Estas personas necesitan de nuestra comprensión y ayuda, ¿o es que piden por capricho y se burlan de todos nosotros? La más leve observación nos lleva enseguida a pensar que esto último no puede ser cierto ni siquiera recurriendo a algunos "trucos" como hacen algunos.

Hay otras formas de actuación que son más miserables que el hecho de encontrarse tirado en la calle, como lo es, por ejemplo, ganarse el sueldo persiguiendo a esas personas a las que nuestra sociedad le ha dejado sin nada y tratarlas como si fueran delincuentes. ¿Acaso no tienen suficiente desgracia con su suerte?  Estos/as aprendices del periodismo han de saber que un buen periodista debería dar una información fidedigna sobre aquellos temas que puedan ser importantes para los demás y que, ser atrevido, es tener los bemoles de enfrentarse a los que tienen poder y no a los débiles. 

Dar informaciones interesantes y útiles y no bazofia, educar a las personas a pensar y opinar sobre lo que nos concierne a todos y no dar basura informativa que corroen la mente, que sólo sirve para confundirnos, dividirnos y evitar que tengamos opinión sobre aquellos temas realmente importantes. En esta filosofía estaría ayudar a estas gentes a sobrevivir y no ayudarles a caer más hondo de lo que ya están.


martes, 17 de mayo de 2011

UAB, naturalmente


Como es natural nada dura eternamente. Las instalaciones universitarias han crecido de forma notable incluso  fuera del propio campus (Sabadell, Barcelona, Cerdanyola, etc.)En lo que respecta al campus, los que ya llevamos algunos años, hemos podido ver como la universidad ha multiplicado sus edificios por toda su extensión. Hemos visto también como la UAB se fortalecía en todos sus ámbitos, tomaba posiciones de referencia respecto a sus competidoras (el resto de universidades españolas) y se asomaba a Europa con éxito. Pero éste no es el tema que aquí nos ocupa, de estas "victorias" ya se encargan otro/as.


El tema que nos ocupa es la destrucción sistemática que se está llevando a cabo sobre esos espacios verdes del campus, cada vez más reducidos, de los que tantas veces la universidad ha hecho gala.

Desde los años setenta la construcción de edificios dentro del campus no ha parado de crecer: una larga lista de facultades, servicios, institutos científicos (muchos de ellos al servicio de empresas privadas), aparcamientos, etc., etc., etc. En definitiva, hemos visto como aquellos espacios verdes de los que hacíamos gala han sido devorados por la vorágine constructiva para lograr una universidad de "excelencia". Una universidad a la que, como pasa a todos/as y en todas partes, le domina su ego institucional, y el de sus dirigentes, que ven en ese crecimiento una forma de colarse en el entramado para lograr su propio lucro personal mediante la ocupación de plazas de élite. Así hemos ido viendo como desaparecían los espacios verdes del campus e iban siendo sustituidos por cemento, ladrillos y cristal. Eso sí, los edificios cada vez se han construido más modernos y vistosos.

Y qué pasa con los pocos espacios verdes que quedan? Esto: para una universidad de nuestro rango no sirve ya una vegetación cualquiera, necesitamos una vegetación también de "excelencia" y por tanto no dejarán que vulgares plantas  se desarrollen libremente en sus ya escasos reductos.  Esta "limpieza" es extensiva a todos los espacios verdes que nos quedan. Siempre con la misma filosofía aplicada al espacio de la foto, en el que crecía una abundante vegetación semi tropical y al que han dejado reducido a un fantasmagórico paisaje de troncos pelados.  Toda la vegetación baja y buena parte de arboleda han sido eliminados, incluyendo algunos pinos centenarios.  Ya sólo nos queda decir aquello de temblad árboles, temblad, ... que vienen los de la poda con órdenes para hacer de vosotros un espacio propio de una universidad de "excelencia".  Los botánicos, que estaban acostumbrados a moverse por el campus  impartiendo clases con sus grupos de alumnos,  a partir de ahora se las van a ver moradas para encontrar aquellas especies autóctonas tantas veces observadas y fotografiadas.


Pero esta "indignación", concepto de actualísima moda, no se me queda aquí y  me me lleva a plantear algunas reflexiones e inquietudes. Toda persona (o grupos de personas) cuando ejecutan alguna actuación concreta lo hacen de acuerdo con su propia  manera de pensar. ¿Que quiero decir con esto?  Pues eso, que lo mismo que entienden que la vegetación ha de estar fuertemente controlada, incluso en aquellos lugares donde solo era necesario ejecutar pequeñas acciones de seguridad, pueden entender también que las personas y su manera de pensar deben ser también controladas de la misma forma.  

Llegados a este extremo me horroriza pensar cual será la manera de actuar de nuestros dirigentes universitarios en todo esto de la crisis: ¿aplicarán los temidos recortes con el mismo radicalismo con el que han actuado con esa vegetación que no molestaba? Serán aplicados a todos por igual?  Aunque ya le vemos las garras a la fiera en algunas actuaciones, todavía es algo cuyo alcance está por ver pero que, ante esa falta de sensibilidad demostrada, pensar en ello me pone los pelos de punta.